El mundo está hecho para ser dos, los diseñadores de cosas lo tienen muy claro: la tostadora, la sandwichera, los portaretratos dípticos, las ofertas del Carrefour..
Incluso su corazón son capaces de dividirlo en dos: una parte pertenece a su relación sentimental y la otra a Mercedes.. su coche.
Todo lo hacen pensando en el número dos.. y lo hacen para recordarte lo deprimente que es estar solo.
Entonces es cuando cojes tu maleta y te vas al único sitio donde no eches de menos a tu pareja: a casa de tu mejor amigo/a y su novio/a.
Entonces es cuando cojes tu maleta y te vas al único sitio donde no eches de menos a tu pareja: a casa de tu mejor amigo/a y su novio/a.
Pero para algunas personas tener dos a las que organizarles la vida es.. su sueño.
Porque cuando eres uno en un mundo de dos.. siempre estás fuera de lugar.
La gente que sabe se abona al número dos de por vida, pero si hay alguien que sabe de verdad son las personas que lo tienen todo por duplicado.. hasta la pareja.
Incluso su corazón son capaces de dividirlo en dos: una parte pertenece a su relación sentimental y la otra a Mercedes.. su coche.
Ser uno hoy es.. nadar contracorriente, revelarte contra el sistema, derribar muros, acabar con los tópicos.. y eso es muy cansado.
Por eso, cuando te ves solo lo mejor es tirar de banquillo.
Y es que la pareja nos hace adictos.
Creemos que lo tenemos todo controlado, que lo podemos dejar cuando queramos.. pero cuando eres adicto al amor de tu vida desengancharse es un infierno.
Toda desintoxicación tiene su síndrome de abstinencia.. y es difícil no caer en la tentación de la recaída.
Cuando quieres desengancharte tienes que ser.. firme.
La teoría está muy clara pero.. para desengancharse de la persona a la que quieres hay quien prefiere hacerlo poco a poco, reduciendo las dosis.
Porque al fin y al cabo.. menos es más.
13#