jueves, 15 de abril de 2010

sacrificios.

Cuando llevas demasiado tiempo en pareja y tu relación entra en crisis.. haces cualquier cosa por salvarla.

Al principio, la idea de tu pareja de hacer cosas juntos puede que te parezca hasta bien, pero luego.. no lo tienes tan claro.

Y es que cuando estás a punto de perder a tu pareja eres capaz de hacer lo que sea necesario para hacerla feliz.

Aunque para alguna gente, la felicidad en su relación no es un problema.. el auténtico problema es ver cuál de los dos es más feliz.. (bueno, y cuál de los dos es más rápido, y más hábil, y más listo,..)

Hay personas en cambio que deciden irse a vivir con su pareja y, por supuesto, también están dispuestos a hacer todo lo posible para hacerla feliz..

Claro, que en eso de hacer feliz a la persona que quieren.. les falta experiencia.

Y es que hacer feliz a tu pareja es todo un reto.

Pero vamos, una broma al lado de tener realmente algo que te una a tu pareja cuando decide dejarte.

Algo tan difícil como.. como hacer un rollito de sushi.

"Esto no tiene ningún secreto, esto.. en cuanto consigues que el arroz no se te pegue en la mano y dominas el giro de muñeca.. esta controlado."

Controlado dije, ¿no?

¿Por qué para hacer feliz a tu pareja siempre tienes que hacer sacrificios? ¿hasta dónde hay que llegar?

Porque a veces la felicidad sale demasiado cara.. sobre todo cuando eres tú el sacrificado.

¿Merece la pena sufrir tanto?

Supongo que .. porque si algo bueno tiene el sacrificio es que, al final, te hace feliz a ti también.




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domingo, 11 de abril de 2010

Dime lo que quiero oír.


Para que una pareja funcione, lo importante, es organizarse.. por ejemplo, un día vais a hacer deporte, otro, coméis fuera y por supuesto de vez en cuando.. ¡a darse un capricho!

Aunque cuando estáis en crisis, por mucho que te organices, si tu pareja no está.. no está.

Algo parecido le ocurre a otras parejas cuando se van a vivir juntos, uno de los dos intenta poner orden en la convivencia:

El lunes, es el día en el que al otro le toca organizar la cocina.. pero acaba siendo el día en el que recoges la cocina.

El miércoles, es cuando le toca a tu pareja bajar la basura.. pero se convierte en el día en el que te acusan de tener el síndrome de Diógenes por la cantidad de desperdicios acomodados en tu puerta.. eso sí, bastante ordenados.

Y los jueves es cuando le toca planchar.. pero como no, acaba por ser el día en el que terminas por plantarte la cofia y.. ya que estás, aprovecha y te trae lo de su amigo, que vive solo y está en depresión desde que lo dejó la novia.

A este tipo de parejas tampoco les sirve de nada eso de organizarse, pero bueno, al menos les puede ir bien en una cosa..

Hay personas en cambio, a las que, que les organicen la vida.. les parece bien.

Y es que cuando están en pareja, lo primero que ésta les cambia es el aspecto.

"Así, corbata muy bien.. hombros bien atrás, como si la hubieras llevado toda la vida.."

Luego, se centran en sus hábitos alimenticios.

"Donde esté una buena ensalada de verde.. que se quiten las salchichas, hamburguesas y chorizos.."

Y cuando ya creen que está todo organizado, se encuentran con algo de su pareja que no pueden cambiar..

Su pasado.

"¿Y ésta quién es?" "Laura, era la novia de Carlos en la facultad.. ¿no te ha hablado nunca de ella?"


En teoría la pareja es.. la unión perfecta.

En la práctica.. te das cuenta de que cada uno va a lo suyo.

Da igual que lleves trece años con alguien o que sea tu amante desde hace un mes.. hay cosas que nunca se dicen.

Porque decirlas, es como abrir la caja de los truenos.

Y hay veces en las que sobrevives a la tormenta.. y otras en las que la tormenta te destruye.

Yo cada vez soy de preguntar menos, porque, por mucho que preguntes es imposible controlar una relación.

Sobre todo porque, a veces, el otro ni siquiera sabe lo que quiere.


O algo peor, a veces, ni siquiera nosotros.. sabemos lo que queremos.




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