quererse.

Es bonito que te quieran, de hecho, es lo más bonito del mundo, lo mejor, lo máximo a lo que puedes aspirar.


Y aunque te hagan daño, siempre tienes que conservar la esperanza.


Sí, es bonito que te quieran sea para lo que sea.


Pero cuando es una cuestión de supervivencia no sólo es bonito, sino necesario.


A veces, cuando quieres mucho a una cosa, dejas de quererte un poco a ti mismo, y si no te quieres.. tu autoestima se va a la mierda.


Por eso, querer a alguien es mágico: das un poco de amor y haces feliz.


Aunque a veces, hacer feliz al otro significa no hacerte feliz a ti mismo.


Pero eso no pasa en las parejas nuevas: cuando empieza una relación lo único que quieres es ver a la otra persona, hacerle los mejores regalos del mundo, y hacer que esa persona te quiera.


Aunque no sepas si realmente ella te quiere.


Sin embargo, cuando se trata de quererse a uno mismo, lo mejor es ir al grano, aunque corras el peligro de estrellarte..






Hay momentos en la vida en los que te das cuenta de que ni los demás te quieren, ni tú te quieres.


Momentos en los que descubrimos que no sabemos lo que queremos, aunque creer que sabemos lo que queremos puede ser suficiente para sentirnos bien.


O incluso momentos en los que sabemos más de lo que queremos.. pero si alguien te quiere de verdad, hará cualquier sacrificio para que le sigas queriendo.


A veces, si uno tiene muy claro que quiere a alguien, conviene saltarse las normas.


Pero en las cosas del querer hay normas que son sagradas, porque cuando te saltas esas normas puede que los que ayer te querían hoy puedan dejar de hacerlo.






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teoría y práctica.

En teoría, el trabajo hace que todos los días sean iguales.. pero en la práctica, la vida te da sorpresas.

En teoría no hay mujer a la que no le gusten las plantas, en teoría a todas nos gustan los bombones, en teoría no existe mujer que se resista a un perfume francés,.. pero en la práctica, la verdad es que no hay mujer que sepa lo que quiere.


Y es que sí, entre la teoría y la práctica hay un desacuerdo clarísimo: un abismo.

Así que, hace tiempo decidí ser más práctica que teórica.


Porque en teoría la madurez nos vuelve más razonables, pero en la práctica hay impulsos incontrolables.

En teoría las parejas resuelven sus problemas hablando, pero en la práctica las cosas se solucionan en la cama.


En teoría las parejas comparten el mismo fin, en la práctica.. cada uno tiene el suyo propio.


En teoría podemos contar con el otro para todo, en la práctica, a veces, asombrosamente es así.


En teoría las cosas son como son: escrito sobre el papel, todo funciona, pero en la práctica..


nos encanta perder los papeles.




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parásitos.

Lo que echas de menos cuando te separas no es el orden, la seguridad, la limpieza,.. no.

Lo que de verdad echas de menos cuando estás soltero es tener a alguien que te haga caso.

Por eso los solteros somos expertos en una cosa: en llamar la atención.

El problema es que, a veces, estás tan ocupado en ser el centro de atención que no te enteras de lo que sucede a tu alrededor.. es cuando te das cuenta de que el destino no está en tus manos.

Y cuando dejas de tener el control es cuando empiezas a estar en peligro.


En la pareja hay muchas maneras de no tener el control.. estar sin dinero es la peor de ellas.

Por eso, antes de que la pobreza acabe con el amor no viene mal tirar de imaginación..

Y: -¿Y éste carrito de aquí?
D: -Son 875€, es el modelo más completo: con silla, capazo y portabebé, además de bajo peso altura reguable y cierre acordeón.
X: -Ehm.. no. ¿Y éste?
D: -Bueno.. es nuestro modelo más económico: silla ultaligera de 3 ruedas con asiento de 2 posiciones.
X: -Ehm.. no. Anda, ¿y qué tal éste?
D: -Ese.. es de juguete.
Y: -Bueno, a mí me encanta, y nosotros somos más bien bajitos, ya sería mala suerte que nos saliera un Gasol..


Si algo he aprendido desde que estoy soltera es que si no quieres quedarte solo, si no quieres que se olviden de ti, si no quieres desaparecer de la vida de los que más quieres.. tienes que llamar la atención.

De felicidad andamos escasos, por eso, cuando uno empieza a ser un poco feliz.. se te pegan los parásitos.

Y cuando te has librado de los parásitos lo único que te importa es no dejar que se te acerquen de nuevo.

Hay veces que la persona que te chupa la sangre no es quién tú crees que es.. y otras veces que cuando te has librado de un parásito.. aparece otro.

Y hay veces que.. quien creías que se pegaba a ti para vivir a tu costa es quien te devuelve la felicidad.

Queramos o no somos parásitos de la felicidad de los demás.. por eso yo necesito gente feliz a mi lado.

O simplemente gente a la que pueda abrazar.



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