sé dueño de tus actos.

Son muy pocas las personas que se atreven a ser dueños de sus actos.

Porque, de un modo u otro, al presentarte como una persona libre y dueña de tus actos, asumes la responsabilidad de TODO lo que te ocurra a partir de ese momento..

Ya no podrás echarle la culpa a tu hermano, ni tampoco decir que fue tu mejor amiga la que te dijo que era lo mejor.

Una vez que asumes esta responsabilidad ya no hay marcha atrás y piensas: "Soy otra, he pasado de ser la que toca el triangulito en la última fila a coger la batuta y dirigir la orquesta."

Y es que desde ahí arriba, todo se ve con distinta perspectiva: mucho más claro.

Pero cuando tienes que tomar una decisión hay algo que te paraliza, el miedo a arriesgarte no te deja ver las cosas con claridad aunque lo que tengas que ver esté delante de tus narices...

Por eso arriesgamos muy pocas veces, sólo cuando intuimos que el tamaño de la decisión nos puede cambiar la vida.

Aunque al hacerlo, no todo acabe de la forma que teníamos pensado.

Así que.. sí.. tomar decisiones es un auténtico calvario, pero es la única manera de que tu vida no dependa de las decisiones que otros toman por ti.

Es la única manera de ser dueño de tus actos, aunque a veces, por mucho que elijas por ti mismo, las cosas no salgan como tu esperas, ya que, remóntandome a aquella famosa película del 94..

La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar



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